Salvaguarda de la Libertad Artística

Martes 2 mayo
Apertura oficial de la Cumbre Mundial

Miércoles 3 de mayo
Los derechos a las libertades artísticas

Viernes 5 de mayo
La práctica de la libertad artística

Jueves 4 de mayo
Responsabilidades en las libertades artísticas

Las expresiones artísticas y culturales crean espacio para que reflexionemos sobre nosotros/as y nuestras sociedades; para conectar con perspectivas distintas; para entendernos y aprender unos/as de otros/as; para analizar y comparar ideas; y finalmente, para inspirarnos a imaginar nuevos caminos de desarrollo, tanto individual, como colectivo y social. La libertad artística asegura que estas expresiones representen toda la diversidad y dinamismo de nuestros ecosistemas culturales y sociedades, tanto mediante la creación como la participación. Esta posibilidad exige que salvaguardemos la existencia de la libertad artística. Sin embargo, sólo podemos hacerlo si reconocemos primero los derechos y responsabilidades que implica; si entendemos las condiciones políticas, económicas, sociales, tecnológicas, medioambientales y culturales que la facilitan; y si identificamos y nos ocupamos de las amenazas a su práctica y realización. La 9ª Cumbre de las Artes y la Cultura reunirá importantes políticos/as, investigadores/as, gestores/as y profesionales de las artes, la cultura y otros sectores relacionados para explorar desde todo el mundo el tema de la libertad artística como pilar fundamental de la política cultural y para examinar cómo podemos – y por qué deberíamos – salvaguardar la libertad artística.

La libertad artística implica derechos reconocidos y protegidos en virtud del derecho internacional, incluyendo el derecho a crear sin censura ni intimidación; a que el trabajo artístico sea apoyado, distribuido y remunerado; a la libertad de circulación; a la libertad de asociación; y a la protección de los derechos económicos y sociales. Es la libertad de “imaginar, crear y distribuir expresiones culturales diversas sin censura gubernamental, interferencia política o presiones de actores no estatales. Incluye el derecho de todos los ciudadanos a acceder a esas obras y es fundamental para el bienestar de las sociedades” (UNESCO 2019).  Esta libertad depende de una cadena de valor cultural que promueve las condiciones en las que los/las artistas pueden crear, mostrar, distribuir y compartir su trabajo; y en las que la ciudadanía puede participar en la vida cultural, lo que es un derecho cultural de todas las personas. La creación y salvaguarda de estas condiciones son responsabilidades compartidas por la comunidad internacional. Esto radica en el corazón del Cuarto Objetivo de la Convención 2005 sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, que promueve los derechos humanos y libertades fundamentales, estableciendo que “el respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales de expresión, información y comunicación es garantizado como un pre-requisito para la creación y distribución de diversas expresiones culturales”.  Además, la Recomendación de 1980 relativa a la Condición del Artista insta a los Estados miembros “a mejorar la situación profesional, social y económica de los artistas mediante la aplicación de políticas y medidas relacionadas con la formación, la seguridad social, el empleo, los ingresos y las condiciones impositivas, la movilidad y la libertad de expresión”.

En todo el mundo, quienes desarrollan y promueven políticas han conducido mejoras a estas condiciones y a la protección de la libre expresión artística. No obstante, aunque se han logrado avances, el camino que se vislumbra es complejo; y aún más con la pandemia del COVID-19 y sus múltiples efectos, que han acentuado los ya existentes desafíos para que los/las artistas creen y la ciudadanía participe. Nuestra capacidad de mantener y mejorar estas condiciones para el desarrollo y la innovación artística – y salvaguardar el acceso equitativo a las artes y la cultura – requiere de políticos/as, organismos de financiación, y representantes de la sociedad civil a través del ecosistema cultural para compartir en el deber de equilibrar y crear ambientes propicios que empoderen a los/las artistas para expresarse libremente; que garanticen el derecho de que todas las personas participen en las artes y la cultura; y que posibiliten que toda la ciudadanía se vea reflejada.

Durante la Cumbre, exploraremos una serie de influencias políticas, económicas, sociales, tecnológicas, medioambientales y culturales que afectan – y modelan nuestras ideas – la libertad artística, y cómo podemos salvaguardarla. Desde fluctuantes contratos sociales, condiciones del o de la artista, derechos laborales y protecciones para trabajadores/as creativos/as y culturales; modelos de apoyo para sectores creativos y culturales, digitalización, y circulación internacional; y la influencia, inclusión y descolonización. También nos preguntaremos: ¿las libertades de quién son salvaguardadas, por quién y para quién?, ¿existen narrativas dominantes y qué rol juegan en la toma de decisiones?, ¿qué efectos ha tenido el COVID-19 en la libertad artística?, ¿cuándo la seguridad se transforma en libertad?, ¿qué – y quién – define el rol de artistas como creadores/as y/o activistas?, ¿y qué marcos regulatorios existen que permiten y salvaguardan la libertad de expresión?; ¿cómo operan?; ¿y qué más se podría hacer al respecto?